
Las mujeres se ven afectadas en un 12,9%, recibiendo menos ingresos laborales promedio mensuales en 2019, en comparación al salario de los hombres, según lo expresa el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE –

Según el último censo realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE – en 2018, se estima un total de 48 ́ 258.494 personas, de las cuales 23 ‘312.832 son mujeres, representando el 51,2% de la población colombiana. Es importante evaluar los diversos sectores de producción empresarial en los cuales se desempeñan y otros factores como la ruralidad, las horas de trabajo, la composición del núcleo familiar, nivel de escolaridad, la etnia, la informalidad, entre otros; frente al rango de sueldo diferencial.
Actualmente debido a la pandemia y las medidas adoptadas nacionalmente, se evidenció por parte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE -, “un incremento de 365 mil mujeres inactivas que ahora se dedican a oficios del hogar, así como un aumento de 273 mil hombres dedicados a otras actividades (que incluye las categorías incapacitado permanente para trabajar, rentista, pensionado o jubilado y personas que no les llama la atención o creen que no vale la pena trabajar).” Esto indica un aumento en la brecha salarial de género en Colombia.
Por otro lado, La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos – OCDE – es una entidad de cooperación internacional, compuesta por 37 estados, y encargada de promover políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todas las personas y de la cual Colombia hace parte.
Dicha entidad realizó un informe al cual titularon: “La búsqueda de la igualdad de género Resumen ejecutivo UNA BATALLA CUESTA ARRIBA”, en este identifican lo siguiente: “las mujeres jóvenes en los países de la OCDE, por lo general, tienen mayor escolaridad que los hombres jóvenes, pero es menos probable que las mujeres realicen un trabajo remunerado. Las brechas se amplían con la edad, ya que la maternidad usualmente tiene marcados efectos negativos en las brechas salariales de género y el avance profesional. Las mujeres también tienen menos probabilidades de ser empresarias y están subrepresentadas en posiciones de liderazgo público y privado.”
En este sentido, el Registro Estadístico de Relaciones Laborales – RELAB – ha buscado implementar medidas de reestructuración a favor de las mujeres y en busca de la igualdad de condiciones, encontrando así que: “para el 2020, durante el periodo enero-agosto, el ingreso promedio de los cotizantes dependientes hombres, en salario mínimos vigentes, ha sido de 2,19 mientras que el de las mujeres es de 2,20, lo que nos indica, que en comparación con 2019, la brecha ha aumentado levemente a favor de las mujeres.”